El Papa Francisco concluye su noveno viaje apostólico fuera de Italia, y su segundo a Latinoamérica, en entradas anteriores he comentado algunos de los discursos pronunciados, sin embargo la última fase del peregrinar de Bergoglio en el Paraguay, no fue tan condicionado por la política, como en Bolivia, por lo que quizás el mismo Papa pudo moverse con libertad.
Después del episodio del Cristo comunista, del que según el mismo Federico Lomabrdi precisó que no habría que darle ninguna connotación ideológica sino de encuentro, a muchos el discurso de Francisco con los Movimientos Populares les resultó un poco laxo frente al mal llamado socialismo del siglo XXI reinante en el continente.
La otra cara de de la moneda, fue el discurso pronunciado por el mismo Francisco, horas después desde Paraguay, en un encuentro con miembros de la sociedad civil, en el que resultó ser el discurso de mayor trascendencia, a nuestro modo de ver, para el conflicto social y político que viene el continente.
Si hubo una constante en las palabras del Papa en Ecuador fue la ‘inclusión‘ y el diálogo para todos, sin excluir a nadie; en Paraguay retoma el tema del diálogo y precisa que este presupone y exige buscar la.cultura del encuentro. Es decir, un encuentro que sabe reconocer que la diversidad no solo es buena, es necesaria. La uniformidad nos anula, nos hace autómatas. La riqueza de la vida está en la diversidad.
Esa misma diversidad y pluralidad, que comprende las diferencias de pensamiento e inclusivas ideológicas en el campo social y político.
El Pontífice fue más allá, pues se refirió al tema ideológico, aunque quizás no frente al Presidente de Bolivia que lo recibió en el encuentro de los Movimientos Populares con una chaqueta con la cara del Ché Guevara en el pecho y con un discurso evidentemente ideológico.
Desde otra frontera, Bergoglio si habló y precisó que socialmente no sirve únicamente una mirada ideológica, que termina usando a los pobres al servicio de otros intereses políticos y personales.
Las ideologías terminan mal, no sirven. Las ideologías tienen una relación o incompleta o enferma o mala con el pueblo. Las ideologías no asumen al pueblo. Por eso, fíjense en el siglo pasado. ¿En qué terminaron las ideologías? En dictaduras, siempre, siempre. Piensan por el pueblo, no dejan pensar al pueblo. O como decía aquel agudo crítico de la ideología, cuando le dijeron: “Sí, pero esta gente tiene buena voluntad y quiere hacer cosas por el pueblo”. –“Sí, sí, sí, todo por el pueblo, pero nada con el pueblo”.
Habrá que ver si estas palabras del mismo Francisco tendrán la resonancia que tantas otras, por ejemplo, el Gobierno de Venezuela, tiene varios spot en la televisión nacional con alguna frases del pontífice en contra del capitalismo, y por ahora desde la nunciatura no habido mención alguna.
Lo que si es cierto que el discurso a los miembros de la sociedad civil paraguaya resultó ser la respuesta social del primer Papa latinoamericano al complejo escenario del continente, que sigue siendo una materia pendiente de la diplomacia vaticana en tiempo de Bergoglio.
Aún queda en la agenda Cuba y Estados Unidos para el mes de septiembre y Uruguay y Argentina para el 2016, Colombia sigue estando por definirse para el 2017, sino se concreta otras propuestas que está manejando la Secretaría de Estado.
Rixio G Portillo
@Rixiogpr
[…] Lo que si es cierto es que su sensibilidad social lo acerca a la izquierda, aunque en Paraguay resaltó que casi siempre las ideologías terminan en […]