En Chile no todo está dicho

February 10, 2016. REUTERS/Max Rossi TPX IMAGES OF THE DAY

Rixio G Portillo – @Rixiogpr.- Como se mencionó anteriormente en este Blog el caso de los obispos de Chile y las acusaciones contra el obispo Juan Barros, que generó una gran polémica en la visita de Francisco a ése país, podría poner en jaque la imagen y pontificado del Papa. 

Las denuncias contra Barros estaban descritas por una carta publicada por Juan Cruz y enviada al nuncio apostólico en Chile, el arzobispo Ivo Scolopo. 

El Papa Francisco, sin embargo, insistía en no conocer dichos comentarios, desestimando de primera mano las manifestaciones de los fieles en Osorno contra Barros.

Pero la presión hizo que el mismo Francisco designara al obispo Scicluna para escuchar los testimonios sobre las denuncias.

El 20 de marzo el Papa recibe el informe de Scicluna quien estaba en Roma con motivo de la ordenación episcopal de Alfred Xureb, ex secretario de Benedicto XVI y posterior de Francisco y miembro de la Secretaría para la Economía.

El 11 de marzo la Conferencia Episcopal de Chile publica la carta enviada por el Papa Francisco en la que destacan varios aspectos: 

“Pienso convocarlos a Roma para dialogar sobre las concisiones mencionadas de la visita y mis conclusiones (…) encuentro como un momento fraternal, sin prejuicios ni ideas preconcebidas, con el solo objetivo de hacer resplandecer la verdad

Es decir, sin hacer mayores comentarios la decisión tomada por el Papa sería comunicada directamente por él a los obispos, es importante que mencione “ideas preconcebidas”, cuando los obispos implicados niegan las acusaciones realizadas, y más en el caso de Juan Barros que renunció dos veces de manera formal con cartas escritas al pontífice y éste en dos oportunidades lo rechazó. 

«En lo que me toca, – prosigue el Papa– reconozco (…) que he incurrido en graves equivocaciones de valoración y percepción de la situación, especialmente por falta de información veraz y equilibrada”. 

La información al Papa debería llegar vía nunciatura por medio de monseñor Ivo Scapolo, a quien Juan Cruz remitió la carta que al parecer nunca llegó a su destino, de igual forma el cardenal Errazuriz que trabajó directamente con Bergoglio en Aparecida (2007) es miembro del Consejo de Cardenales (C9) que se reunió la última vez en Roma en febrero.  

También está el cardenal Ezzati, quien fuese auxiliar de Errazuriz en época del escándalo Karadima. Ezzati tiene 76 años por lo que sería natural la renuncia por límite de edad al arzobispado de Santiago.

«Tras una lectura pausada de las actas de dicha misión especial, creo poder afirmar que todos los testimonios recogidos en ellas hablan en modo descarnado, sin aditivos ni edulcorantes, de muchas vidas crucificadas y les confieso que ello me causa dolor y vergüenza” afirma el Papa. 

Según la carta del Papa Francisco el informe Scicluna tiene más de 2.300 folios de 64 testimonios que fueron recogidos por el obispo de Malta y el secretario Jordi Bertomeu, oficial de Doctrina de Fe, quien tuvo que fungir de manera accidental como enviado directo al requerir Scicluna una intervención médica de vesícula.

Por último el Papa deja en manos de la Secretaría del Episcopado en Chile para proponer las posibles fechas para el encuentro, aunque la agenda del Papa Francisco ya está lo suficientemente llena; el 20 de abril visita Alessano y Molfetta; el 22 de abril Ordenaciones Presbiterales en San Pedro; el 01 de mayo la visita al Santuario del Divino Amor; el 05 de mayo encuentro con el Camino Neocatecumanal; el 10 de mayo visita a Nomadelfia  y la ciudadela de Loppiano de los Focolares; el 19 de mayo Concistorio para la fecha de las Canonizaciones que incluyen a Pablo VI y Óscar Romero; y el 20 de mayo presidir la Solemnidad de Pentecostés. 

PD./ Juan Carlos Cruz informó en su cuenta Twitter que el Vaticano lo convocó para una reunión con el Papa Francisco, motivado por las denuncias procesadas por el Obispo Scicluna.

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